El aprendizaje de un instrumento fortalece el desarrollo emocional y cognitivo de un estudiante a un ritmo mucho más rápido que el de los niños que no lo hacen. Diseñamos nuestros planes de estudio para alinearlos con ciertas habilidades de desarrollo de nuestros estudiantes para asegurarnos que cada uno de ellos pueda encontrar el camino hacia el éxito en la praxis musical. Estos incluyen, pero no se limitan a:

  • Reducir y manejar el estrés.
  • Tener paciencia y perseverancia en las tareas que se sienten imposibles.
  • El cultivo la creatividad.
  • Mejorar las habilidades de manejo del tiempo y la disciplina personal mediante el establecimiento de objetivos a corto y largo plazo.
  • Entender el fracaso como algo positivo y aprovechar diferentes experiencias para resolver problemas.
  • Aumento del coeficiente intelectual no verbal.
  • Aumento de la percepción emocional.
  • Aumento de la capacidad de memoria.
  • Mejoramiento de la motricidad fina y los tiempos de reacción.